Migrar una web da miedo.
Da miedo porque sabes que detrás de esa mudanza digital están tus posiciones en Google, tu tráfico, tu visibilidad, tus clientes potenciales… todo.
Una migración SEO no es mover cajas de un sitio a otro.
Es mover tu casa digital sin romper ni perder lo que ya tenías funcionando.
Y la pregunta del millón es:
¿Cómo hacer una migración SEO sin perder el posicionamiento que tanto trabajo te ha costado ganar?
Aquí no vas a encontrar fórmulas mágicas.
Vas a encontrar un método real, práctico y pensado para que tu web sobreviva —y hasta mejore— después de la migración.
Vamos a verlo.
¿Qué es exactamente una migración SEO?
Cuando hablamos de “migración SEO” no hablamos solo de mover archivos o cambiar un logo.
Hablamos de un cambio estructural que afecta directamente a cómo los motores de búsqueda entienden, rastrean y posicionan tu web.
¿Y por qué es tan delicada?
Porque Google y otros buscadores han invertido tiempo (y dinero) en rastrear tu web tal y como estaba.
Cuando haces cambios grandes —dominio, URLs, arquitectura, diseño, servidor— todo su “mapa mental” se resetea, y hay riesgo de que:
Pierdas posicionamiento.
Baje tu tráfico.
Se caigan conversiones.
El contenido ya no sea rastreable fácilmente.
Es como mudarte de casa pero olvidándote de avisar a tus amigos, a la compañía de la luz y al cartero.
Google es ese cartero: si no sabe dónde estás o cree que ya no existes, te penaliza con olvido.
Cuándo necesitas hacer una migración SEO
No siempre que cambias algo en tu web necesitas una migración SEO.
Pero hay casos en los que es obligatoria si no quieres perder lo que ya tienes:
Cambio de dominio
Mudarte de
tusitioviejo.com
atusitionuevo.com
.Afecta a TODO: URLs, enlaces entrantes, autoridad.
Rediseño web
Cambios en la estructura HTML, navegación, organización de contenidos.
Puede cambiar cómo Google entiende la jerarquía y relevancia.
Reestructuración de URLs
Modificar la estructura de enlaces: pasar de
/blog/entrada
a/articulos/entrada
.Romperás links internos y externos si no haces redireccionamientos bien.
Cambio de CMS o servidor
Migrar de WordPress a otro CMS o cambiar a un hosting distinto.
Riesgo de errores técnicos que afecten a SEO si no se controlan.
Limpieza de contenido
Eliminar páginas antiguas, fusionar contenidos duplicados o actualizaciones masivas.
Afecta al mapa de URLs y puede impactar en rankings si no se hace bien.
💡 NOTA IMPORTANTE
Cada vez que alteres estructura, contenido, servidor o dominio, piensa en SEO desde el minuto 1.
Cómo hacer una migración SEO sin perder el posicionamiento
Aquí no hay atajos. Si quieres que tu web sobreviva a una migración, necesitas un plan.
Y no un plan cualquiera: un plan pensado para proteger tu SEO como si fuera el tesoro que es.
Vamos por pasos.
1. Audita tu web actual: lo que tienes, lo que posiciona
Antes de mover nada, tienes que saber exactamente qué tienes.
Imagina mudarte de casa sin saber cuántas cajas tienes que llevarte.
Eso es hacer una migración SEO sin auditoría previa.
¿Qué deberías auditar?
Todas las URLs indexadas y con tráfico.
Palabras clave por las que estás posicionando.
Páginas que generan conversiones.
Enlaces externos (backlinks) importantes.
Metadatos (title, description, H1, etc.).
🛠️ Herramientas útiles:
Google Search Console (tu mejor amigo aquí).
Screaming Frog o Sitebulb para rastrear todas las URLs.
Ahrefs o Semrush para backlinks y keywords.
Consejo: Saca un Excel o Google Sheets bonito y apunta TODO.
Vas a agradecer tener esa “foto” antes de tocar nada.
2. Planifica redireccionamientos 301 inteligentes
Cuando cambias URLs, Google necesita saber que esas páginas no han muerto, solo se han mudado.
¿Cómo se lo dices?
Con redireccionamientos 301: el GPS del SEO.
Cada URL antigua ➔ nueva URL correspondiente.
Nada de redireccionar todo a la home (error grave).
Si una página no tiene equivalente, redirige a la sección más cercana en contenido.
💡 TIP: Mantén un documento con todas las redirecciones planificadas antes de lanzarlas. No improvises.
IMPORTANTE:
Una redirección mal hecha = pérdida de tráfico + pérdida de autoridad = pérdida de dinero.
3. Mantén la estructura siempre que sea posible
Si algo funciona, no lo rompas.
¿Tu estructura de URLs ya posiciona bien? Intenta respetarla.
¿Tus categorías son lógicas y fáciles de navegar? No las líes.
Cambiar URLs por estética es una mala razón para poner en peligro todo tu SEO.
Haz cambios solo si:
Mejoran la experiencia de usuario.
Tienen sentido de cara al SEO.
Vas a optimizar la arquitectura, no complicarla.
4. Prepara un entorno de staging para probar
Antes de cambiar nada en tu web pública, crea una copia en un entorno de staging.
¿Para qué?
Para probar todos los cambios sin arriesgar tu web en producción.
Para hacer pruebas de redirecciones, velocidad, enlaces rotos…
Para asegurarte de que no dejas “cadáveres digitales” esparcidos.
Y muy importante: bloquea el acceso al staging a motores de búsqueda con un noindex
en robots.txt.
5. Lanza controladamente y monitoriza
El gran día ha llegado.
Todo preparado, todo probado… ahora toca lanzar.
Pero no te vayas de vacaciones todavía:
Monitorea tráfico y rankings al día siguiente y durante las siguientes semanas.
Chequea errores 404 en Search Console.
Revisa logs de servidor para detectar rastreos erróneos de Googlebot.
Comprueba que las redirecciones 301 están funcionando bien.
💡 TIP: Crea alertas automáticas (por ejemplo, con Ahrefs Alerts o Google Analytics) para detectar bajadas de tráfico anómalas rápido.
Checklist previa a la migración SEO
Antes de que pulses el botón de lanzar, necesitas tener todo esto bien atado:
✅ Mapa de URLs
Lista completa de todas las URLs actuales y las nuevas (si cambian). Cuida las páginas que más tráfico y enlaces tienen.
✅ Plan de redirecciones 301
Documento claro con Origen ➔ Destino para que no pierdas autoridad ni tráfico.
✅ Backup completo
Base de datos y archivos. Todo. Absolutamente todo. Si algo sale mal, necesitas poder volver atrás en un click.
✅ Staging probado
¿Has hecho una réplica en staging y comprobado que todo funcione como debería? No pruebes en producción jamás.
✅ Indexación bloqueada en staging
Muy importante: que Google no indexe tu entorno de pruebas.
✅ Auditoría de SEO técnico
Haz un crawl con herramientas como Screaming Frog o Sitebulb para detectar enlaces rotos, problemas de indexación, canibalizaciones…
✅ Actualización de sitemaps
Tendrás que actualizar tu sitemap XML con las nuevas URLs para que Google las entienda rápido.
✅ Actualización en Search Console
Configura Search Console para la nueva propiedad (en caso de cambio de dominio) y sube el sitemap actualizado.
✅ Tracking configurado
Google Analytics, Tag Manager, pixel de Meta… asegúrate de que el tracking está listo para no perder datos de tráfico tras la migración.
✅ Comunicación interna
Avisa al equipo, clientes o stakeholders. Una migración no es cosa de una persona.
📌 TIP:
Prepara un pequeño calendario para controlar los días previos y posteriores al lanzamiento: checklist de tareas diarias de seguimiento.
Qué hacer justo después de migrar
Justo después de migrar empieza una fase crítica: el monitoreo y ajuste fino. El trabajo no acaba con el “deploy”.
🔍 Revisa los errores 404
Entra en Google Search Console y echa un vistazo al informe de “Cobertura”. ¿Qué páginas están dando errores? Corrige redirecciones si hace falta.
🔍 Controla el tráfico en tiempo real
Google Analytics y herramientas como Ahrefs o Semrush te permitirán detectar rápidamente caídas o subidas anómalas.
Un descenso pequeño en los primeros días es normal. Un desplome… no tanto.
🔍 Comprueba las redirecciones
Haz un rastreo completo (con Screaming Frog, por ejemplo) de la web nueva y verifica que todas las redirecciones 301 estén funcionando bien.
Especialmente:
Las páginas con más tráfico.
Las páginas con más enlaces externos.
Las páginas que te generaban más conversiones.
🔍 Actualiza el sitemap
Si cambiaste URLs, sube el sitemap nuevo en Google Search Console. Esto ayuda a que Google actualice su índice más rápido.
🔍 Desbloquea el entorno de producción
Asegúrate de que tu robots.txt no está bloqueando ahora la web nueva. Revisa que las páginas importantes estén index, follow.
🔍 Envía una inspección manual en Search Console
Usa el inspector de URLs para forzar a Google a rastrear páginas clave.
📌 TIP:
Las primeras 72 horas son vitales.
Haz un checklist diario de:
Tráfico
Rankings
Errores
Redirecciones
Indexación
Cualquier anomalía que detectes pronto te puede ahorrar un desastre SEO mayor.
Errores comunes en migraciones SEO
Cuando una migración sale mal, no es casualidad.
Normalmente pasa por cometer errores que parecen pequeños… hasta que ves cómo tu tráfico cae un 50% en dos semanas.
Aquí te dejo los errores más comunes (y cómo esquivarlos).
No hacer redirecciones o hacerlas mal
El clásico.
Cambias URLs y no rediriges, o lo haces de cualquier manera:
Redireccionar todas las páginas a la home ➔ Mal.
Redireccionar solo algunas ➔ Peor.
Olvidar páginas viejas con backlinks buenos ➔ Pérdida de autoridad.
¿Cómo evitarlo?
Haz un mapa de redireccionamientos 1:1 y testéalos antes del lanzamiento.
Perder el control del sitemap
Migras, pero tu sitemap sigue apuntando a las URLs antiguas o a páginas que ya no existen.
Resultado:
Google se hace un lío y puede dejar de rastrear o indexar bien tu nueva web.
¿Cómo evitarlo?
Actualiza el sitemap tras la migración y resúbelo a Search Console cuanto antes.
No bloquear el staging y ser indexado por error
Si tu entorno de pruebas (staging) no está bloqueado para Google, puede pasar esto:
Tu staging se indexa.
Google encuentra contenido duplicado.
Te penaliza.
¿Cómo evitarlo?
Añade Disallow: /
en robots.txt y marca como noindex todo el entorno de staging antes de empezar.
Cambiar todo de golpe
Cambiar dominio, URLs, diseño, contenido, arquitectura… todo a la vez.
Suena tentador, pero Google necesita estabilidad. Demasiados cambios simultáneos = señal de alarma.
¿Cómo evitarlo?
Si puedes, haz cambios graduales o, al menos, mantén algunas constantes importantes (estructura de URLs, títulos, categorías principales…).
No monitorizar después de la migración
Migraste… ¡y desapareces durante semanas confiando en que todo irá bien!
Error.
Lo que no se mide no se puede arreglar.
¿Cómo evitarlo?
Vigila tráfico, indexación y rankings a diario las primeras semanas. Usa alertas automáticas si puedes.
💡 Tip:
Haz un rastreo pre y post migración. Screaming Frog tiene una función para comparar los cambios y detectar rápido enlaces rotos o páginas sin redireccionar.
Cómo recuperar posiciones si algo sale mal
Vale, imaginemos que algo ha ido mal tras la migración.
No entres en pánico. Las caídas en SEO no son definitivas si sabes reaccionar a tiempo. Aquí va el plan de emergencia:
1. Analiza el problema (sin suposiciones)
Lo primero es saber qué ha pasado, no suponerlo.
¿Han caído todas las URLs o solo algunas?
¿Qué porcentaje de tráfico has perdido?
¿Han desaparecido páginas de los resultados o simplemente han bajado?
¿Google Search Console marca errores graves (404, cobertura, indexación)?
🛠️ Usa:
Google Search Console
Google Analytics (tráfico por página)
Screaming Frog (rastreo de redirecciones y enlaces rotos)
2. Revisa redirecciones y errores 404
El 90% de las caídas post-migración están relacionadas con:
Redirecciones mal hechas.
Redirecciones que faltan.
Páginas importantes que devuelven un 404.
Solución:
Corrige las redirecciones erróneas, completa las que faltan y asegúrate de que todo lo importante redirige como debe.
3. Inspecciona la indexación
Asegúrate de que:
No tienes la web bloqueada por error en robots.txt.
El sitemap está actualizado y enviado.
Las páginas principales están indexadas.
No hay contenido duplicado (por ejemplo, el antiguo staging indexado).
TIP:
Usa la herramienta de inspección de URL en Search Console para comprobar el estado de las páginas clave.
4. Reoptimiza el contenido
Si notas que algunas páginas han bajado en tráfico, revisa:
¿Siguen bien optimizadas para sus keywords?
¿Han cambiado sus títulos o metadescripciones?
¿La experiencia de usuario ha empeorado (diseño, velocidad, mobile first)?
A veces, pequeños retoques en contenido, estructura H1-H2 y tiempos de carga ayudan a remontar posiciones.
5. Mantén la calma y espera (pero no de brazos cruzados)
Google necesita tiempo para procesar una migración: puede tardar varias semanas en ajustar rankings.
Mientras tanto:
Publica contenido fresco.
Mejora señales de autoridad (linkbuilding de calidad).
Refuerza SEO on-page en páginas clave.
Y sobre todo: no hagas cambios drásticos justo después de la migración. Deja que Google se asiente.
📌 TIP:
Si a los dos meses no has recuperado tráfico y posiciones, entonces sí, considera hacer una auditoría SEO más profunda con expertos.
Conclusión
Migrar una web es como una mudanza: puede ser una aventura emocionante o una pesadilla llena de cajas perdidas si no planeas bien.
Cuando hablamos de migración SEO, esa planificación es doblemente importante.
Porque no solo estás moviendo contenido o cambiando diseños: estás trasladando autoridad, tráfico, posiciones… en otras palabras, el alma digital de tu negocio.
Lo bueno es que, como has visto, no necesitas magia. Solo cabeza fría y método:
✔️ Auditar todo antes de empezar.
✔️ Planificar redirecciones como si fueran mapas del tesoro.
✔️ Respetar lo que ya funciona.
✔️ Monitorizar como si tuvieras un radar encendido.
✔️ Corregir rápido si algo sale torcido.
✔️ Y, sobre todo, entender que una migración SEO bien hecha es una inversión: puede ser el principio de una web más potente, más sólida y mejor posicionada.
¿Mi consejo final?
Nunca migres a ciegas.
Y si dudas… busca ayuda profesional. Porque arreglar un desastre SEO siempre es más caro que hacer las cosas bien desde el principio.